Se ha ido consolidando dentro de la programación, pues permite que la audiencia y la feligresía misma de los templos parroquiales, puedan tener un espacio de regocijo espiritual a través de las diferentes modalidades y formatos presentes en la música religiosa en el mundo, sin dejar de lado la opción de incluir obras latinoamericanas o colombianas, en el marco del concierto.